Es común que una mamita primeriza cometa errores. Conocerlos de antemano te permitirá tomar las prevenciones necesarias.
Los errores más frecuentes de una madre primeriza
- Dudar de tu intuición: Cree en ti, estás capacitada para cuidar a tu bebé por naturaleza. El bebé no tiene las herramientas para expresar adecuadamente sus necesidades y tu instinto maternal es vital para su supervivencia.
- Creer que todo lo haces mal: Aunque al principio no sepas si estás haciendo las cosas bien, tampoco creas que lo haces todo mal. Ten compasión contigo, es la primera vez que vives esto y lo estás haciendo lo mejor que puedes, con mucho amor, voluntad y esmero. Eso es lo realmente importante.
- No cuidar de ti misma: Cuando eres mamá primeriza, toda tu atención está centrada en el recién nacido. No debes olvidar que es muy importante que sigas atenta al cuidado de tu cuerpo, de tu salud, y también de tu belleza. Tu bebé depende de ti, si tú estás mal él lo percibe.
- Desplazar al padre de las rutinas de tu bebé: El padre cumple una función primordial en la vida del niño; por eso, debe involucrarse en el cuidado y las rutinas del bebé desde el primer momento. Para que el desarrollo del recién nacido sea integral, es necesario fortalecer el vínculo padre e hijo.
- Dejar que llore: Dejar llorar al niño hasta que se canse es una teoría sin fundamento. El llanto es su única manera de expresarse; cuando llora, es porque necesita algo. Es posible que tenga hambre o el pañal mojado, que se sienta mal, que tenga frío o calor, entre otras cosas.
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